Cumpliendo un favor (Rebecca Storklight)

Llevábamos un par de días y mamá estaba preparando todo para la boda, aunque faltaba tanto no sé porque se estresaba si solo era una boda, esperaba que la abuela llegara pronto para que calmara a mamá y ayudara con las pequeñas Randi porque yo no era su niñera ni nada por el estilo. Nick me pidió de favor que llevara sus hijas a la piscina porque él y mamá saldrían a no sé donde por no sé que, cosa que no me importaba mucho solo que regresaran rápido, quizá era un poco egoísta pero yo no les pedí que se casaran, o tener unas hermanastras que no se pueden cuidar solas y mucho menos irme de Los Ángeles.

Salimos del cuarto y las pequeñas me tomaron de la mano, eran de las veces que no me desagradaban, tomamos el ascensor y nos dirigimos a la piscina. Había pocas sillas así que deje las cosas en la primera que vi pero a la pequeña no le pareció y empezó a hacer berrinche –Solo es una silla y además vas a estar en la piscina no aquí sentada- le dije y sin fijarme choque con una chica –Perdona estaba distraída- dije disculpandome

Allí estaba yo, cumpliendo con mi trabajo y vigilando la piscina. Andaba perdida en mis pensamientos, mientras cargaba unas toallas en mis manos. Sonreí sin saber bien porque, últimamente lo hacía mucho. Escuché a una niña haciendo berrinche a lo lejos, y de pronto choqué con alguien. Volví a la realidad, y vi que la niña no estaba tan lejos, sino a mi lado con otra niña y supuse que también estaba con la que acababa de chocar. Genial, primeras semanas de trabajo y ya andaba chocando con los huespedes.

-No, discúlpeme usted dije amablemente

Aún no me acostumbraba a tratar de "usted" a los huespedes que eran más jóvenes que yo.

La chica se disculpo pero me llamo la atención que me hablara de usted, luego repare en las toallas que traía lo más seguro es que trabajara en el hotel –Solo fue un accidente y no fue tu culpa pero no me hables de usted ya que no nos llevamos por muchos años, supongo- le dije más como una afirmación que pregunta, las que se devian de disculpar eran otras pero no dije nada –Por cierto soy Alexia- le dije sonriendo

Me encogí de hombros ante su primera afirmación.
-Como quieras
Debo decir que me sorprendió el hecho de que no armara un lío porque habíamos chocado. La mayoría de los huéspedes lo armaba por cosas más simples, como por ejemplo, cuando faltaba sal en la mesa o cuando la esquina del mantel estaba doblada, realmente no los entendía. Desvié la mirada hacia las niñas que la acompañaban, y luego volví a mirarla en cuanto escuché su nombre.
-Rebecca dije y la imité al sonreír -Un gusto conocerte extendí mi mano derecha

Me dijo que como quisiera, creí haber visto que miraba a mis ''hermanitas'' pero no estaba segura porque después me dijo que se llamaba Rebecca extendiendo la mano, parecía educada e hice lo mismo para estrechar manos. Tenía curiosidad en saber si trabajaba aquí pero no sabía si se molestaría -¿Y para qué son todas esas toallas?- decidí preguntarle amablemente mientras las pequeñas decían que querían nadar en la piscina –Pueden nadar en el que es para niños pequeños, pero nada más- les dije y fueron corriendo hacia el lugar

Era sensata al decirle que solo en la de niños pequeños podían estar, muchas veces los que cuidaban a los niños no le decían donde podían estar y ocurrían los accidentes. Observé a las niñas mientras se iban y luego recordé que Alexia me hablaba.
-Ah, las toallas. Trabajo aquí dije con una sonrisa y corriendo los brazos para que viera el bañador rojo que llevaba puesto -Soy salvavidas, socorrista, o como quieras llamarle
Muchos llamaban al empleo de formas distintas, por lo que numerosas veces me confundían, aunque supuse que pronto me acostumbraría.